jueves, 4 de diciembre de 2008

Aceleradores de partículas: El Ciclotrón

Un ciclotrón es un tipo especial de acelerador de partículas, que mediante campos electromagnéticos oscilantes actúa sobre partículas de un átomo haciendo que recorran una determinada órbita con movimiento acelerado para conseguir que alcancen una gran velocidad. Estas partículas aceleradas se utilizan para bombardear a otros átomos.

La mayoría de los actuales aceleradores de partículas de alta energía descienden del primer ciclotrón de protones de 1 MeV construido por Lawrence E. O. y Livingstone M. S. en Berkeley (California).

El ciclotrón consta de dos placas semicirculares huecas, que se montan con sus bordes diametrales adyacentes dentro de un campo magnético uniforme que es normal al plano de las placas y se hace el vacío. A dichas placas se le aplican oscilaciones de alta frecuencia que producen un campo eléctrico oscilante en la región diametral entre ambas.

Como consecuencia, durante un semiciclo el campo eléctrico acelera los iones, formados en la región diametral, hacia el interior de uno de los electrodos, llamados 'Ds', donde se les obliga a recorrer una trayectoria circular mediante un campo magnético y finalmente, aparecerán de nuevo en la región intermedia.

Una partícula cargada que se mueve en un campo magnético constante, describe una trayectoria semicircular.

El campo magnético se ajusta de modo que el tiempo que se necesita para recorrer la trayectoria semicircular dentro del electrodo sea igual al semiperiodo de las oscilaciones. En consecuencia, cuando los iones vuelven a la región intermedia, el campo eléctrico habrá invertido su sentido y los iones recibirán entonces un segundo aumento de la velocidad al pasar al interior de la otra 'D'.

Como los radios de las trayectorias son proporcionales a las velocidades de los iones, el tiempo que se necesita para el recorrido de una trayectoria semicircular es independiente de sus velocidades. Por consiguiente, si los iones emplean exactamente medio ciclo P1/2 en una primera semicircunferencia, se comportarán de modo análogo en todas las sucesivas y, por tanto, se moverán en espiral y en resonancia con el campo oscilante hasta que alcancen la periferia del aparato.

Su energía cinética final, será tantas veces mayor que la que corresponde al voltaje aplicado a los electrodos multiplicado por el número de veces que el ión ha pasado por la región intermedia entre las 'Ds'.

El ión es acelerado por el campo eléctrico existente entre las D's. Incrementa su energía cinética en una cantidad igual al producto de su carga por la diferencia de potencial existente entre las D's.

Cuando el ión completa una semicircunferencia en el tiempo constante P1/2, se invierte la polaridad por lo que es nuevamente acelerado por el campo existente en la región intermedia. De nuevo, incrementa su energía cinética en una cantidad igual al producto de su carga por la diferencia de potencial existente entre las D's.

La energía final del ión es proporcional al número de veces que pasa por la región entre las D's.

El ciclotrón puede producir elementos radioactivos de forma artificial. Dicho elemento recibe el nombre de Curio, y se obtiene sometiendo al plutonio a una corriente de iones de helio de alta energía dentro de un ciclotrón. El símbolo del Curio es Cm, y su número atómico, 96. El curio corresponde a 3,7 x 1.010 desintegraciones atómicas por segundo.

En medicina los ciclotrones se utilizarán para realizar tomografías por emisión de positrones, se trat de una técnica no invasiva de diagnóstico e investigación por imagen capaz de medir la actividad metabólica de los diferentes tejidos del cuerpo humano, especialmente del sistema nervioso central. Al igual que el resto de técnicas diagnósticas en Medicina Nuclear, la TEP se basa en detectar y analizar la distribución que adopta en el interior del cuerpo un radioisótopo administrado a través de una inyección.

Como resultado de la destrucción de un positrón se obtienen radiaciones gamma, que pueden medirse.

Existen varios radioisótopos emisores de positrones de utilidad médica. El más importante de ellos es el Flúor-18, capaz de unirse a la glucosa para obtener el trazador 18-Flúor-Desoxi-Glucosa (18FDG). Es decir, se obtiene glucosa detectable mediante la emisión de señal radiactiva.

También se utilizan el Nitrógeno-13, Carbono-11 y Oxígeno-15, aunque la permanencia de estos isótopos es mucho menor que la del Flúor-18 (unos 110 minutos).

La posibilidad de poder identificar, localizar y cuantificar el consumo de glucosa por las diferentes células del organismo, ofrece un arma de capital importancia al diagnostico médico, puesto que muestra qué áreas del cuerpo tienen un metabolismo glucídico elevado. Un elevado consumo de glucosa es, precisamente, la característica primordial de los tejidos neoplásicos.

La TEP, por tanto, permite localizar los focos de crecimiento celular anormal en todo el organismo, en un solo estudio e independientemente de la localización anatómica donde asiente la neoplasia (primaria o metastásica), ya que la TEP no evalúa la morfología de los tejidos, sino su metabolismo.

1 comentario:

Alex dijo...

Fantástico!!!
La verdad es que aunque a mucha gente, esto de la aceleración de partículas, le ha sonado a apocalipsis, lo cierto es que deberían plantearse como es posible hacerle a alguien un diagnóstico médico de estas características si no fuese gracias al desarrollo de estas tecnologías de investigación científica.

Una vez más, estás que te sales! ;)