domingo, 23 de noviembre de 2008

14 años después


Anoche quedé con un amigo al que hacía sólo 14 años que no veía. Fue uno de esos momentos en el que se toma consciencia del tiempo transcurrido y de los cambios en nuestras vidas. A medida que transcurre el tiempo, cambiamos.

El oxígenos que nos permite vivir, también nos oxida y nos hace envejecer. Es el mismo oxígeno que nos salva de la hipoxia, y que permite que nuestro cerebro siga vivo. Nuestros pensamientos se asientan y maduran como el tiempo, como madura la uva antes de ser prensada para obtener un buen mosto.

En 14 años no hemos cambiado tanto como para no reconocernos, y aún conservamos claramente lso recuerdos de juventud. El día a día nos hace mirar con añoranza a tiempos pasados, siendo más conscientes de lo que perdimos que de lo que conservamos.

Mantenemos las mismas sonrisas, y queremos recuperar aquellos momentos que fueron parte integral de nuestra existencia anterior. Parece que como dijera Jorge Manrique: "Cualquiera tiempo apsado fue mejor".

1 comentario:

Xavier dijo...

El tiempo nos trae nostalgías... nos enfrenta a realidades que a veces queremos olvidar.. o maquillar y otras veces desearíamos avanzar a pasos agigantados... con el tiempo se le una la edad... y empiezan los falsos deseos... siempre me acordaré de una frase que me dijeron a los 14 años.. cuando quería tener 16 para llevar la moto..."la edad que se quisiera tener, destruye la que se tiene".. ahí queda eso...
xavi