domingo, 2 de noviembre de 2008

Llueve

Tras la cortina y el cristal, llueve.

El repiqueteo de las gotas de agua chocando contra el suelo de terrazo hace que me sumerja en mis pensamientos tratando de abstraer algún significado.

Parece que este año el otoño y el invierno han venido cogidos de la mano. Las temperaturas han descendido (casi tanto como la bolsa), y aunque añoremos los días de sol y playa, alimentamos la esperanza de su pronto retorno.

Una ráfaga de aire tormentoso se ha colado entre los viejos portones, haciendo cesar mis cavilaciones. Me refugio levantando el cuello de mi bata y sujetándola con fuerza. Ineludiblemente estos días oscuros alimentan mi melancolía. Por suerte, la llamada de un amigo me devuelve a pensamientos positivos.

Tras la lluvia volverá a lucir el sol. Tras la crisis vendrán tiempos de bonanza.

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