El planeta tierra es nuestro hogar: ni el más próximo al sol, para no achicharrarnos, ni el más lejano, para no congelarnos. Esta esfera achatada, algo anciana (con más de 4500 millones de años de antigüedad) y un tanto maltratada, ha posibilitado la aparición de "vida" en su superficie y bajo ella.
Esa vida evolucionó, tal y como nos enseñó Charles Darwin, a través del procedimiento de selección natural. La necesidad hizo el cambio, pero me niego a creer que la necesidad nos lleve a caer en la autodestrucción. ¡Nosotros no somos un raro espécimen de palmera en Madagascar!
¿Quien puede afirmar que somos una especie auto destructiva? Me niego a creerlo. Mientras seamos capaces de admirar y respetar la belleza que nos rodea, seguiré pensando que estamos destinados a evolucionar y a mejorar tanto en lo individual como en lo colectivo.
Supongo que os preguntaréis por qué escribo todo esto. La verdad es que ha sido a raíz de ver el video que ha montado un buen amigo del que hacía años que no tenía noticias. Mi sincero agradecimiento a Miguel Martínez Moyano por el video que ha montado y que os pongo a continuación.
2 comentarios:
!Bravo! Santi, muy cierto y bonito al mismo tiempo.Me a fascinado la frase en la que dices:"La necesidad hizo el cambio, pero me niego a creer que la necesidad nos lleve a caer en la autodestrucción." sencillo pero profundo, lo esencial para que algo llegue a lo más profundo de ser.
Gracias por tus palabras Christian! A ver cuándo te decides a publicar un blog y podemos leerte! :)
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