En estos tiempos en los que los e-mails han substituido
al correo tradicional, recibir un pedazo de papel con unas líneas manuscritas me causa una sensación
de emoción y nostalgia.
También incluyó lo que el llama "la nueva peseta puertoriqueña", 25cts de dólar americano con una inscripción en español que menciona a la Isla del Encanto, Puerto Rico.
Volver a leer los himnos a la patria de José Gautier Benítez le dejan a uno con unas inusitadas ganas de volar hasta el Caribe para conocer esa parte de la España perdida en el desastre del 98. Ya sé que eran otros tiempos pero, ¿cómo
pudo nadie tomar decisiones sobre Puerto Rico sin contar con sus ciudadanos? Y lo más grave, cómo se siguen manteniendo esas decisiones hoy en día.
Desde la madre patria veo a los puertorriqueños como "americanos de segunda" o como "españoles traicionados y cedidos tras la guerra".
Y yo me pregunto de nuevo ¿No es hora ya de que los ciudadanos de Puerto Rico cojan el toro por los cuernos y de que sus ciudadanos vivan como "boricuas de primera categoría"?